La fatiga mental de estudiantes o profesionales ante las exigencias actuales. (Foto: Freepik)

¿Cuáles son las causas de la fatiga mental?

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La fatiga mental es una enfermedad que es muy común en el mundo moderno, tanto en el ámbito académico como en el profesional, por lo cual debes tratar de evitarla, antes que afecte negativamente a tus actividades.

El mundo actual se ha hecho cada vez más complejo y especializado. Por esta razón, las exigencias cognoscitivas tanto a estudiantes como a profesionales se han incrementado exponencialmente.

Prepararte en estas condiciones requiere de un mayor esfuerzo intelectual, pero deberás tomar las precauciones para evitar la lamentable fatiga mental, que no solo bajará tu rendimiento, sino que puede hacerte desistir de tus metas y objetivos.

Otro factor importante que puede ocasionar la fatiga mental es la alta competitividad a nivel profesional y académico. Este factor te obliga a realizar tus tareas con mayor rapidez, con un alto nivel de perfeccionamiento y con más productividad.

Todo esto añade más presión a tus capacidades mentales e inevitablemente te pueden provocar una gran fatiga mental.

Por otra parte, la evolución científica y tecnológica es tan vertiginosa, que un profesional, en un periodo de 10 años, puede quedar solo con un bagaje obsoleto de conocimientos.

Esto añade más presión a la necesidad de renovación de tus conocimientos, para poder continuar siendo un profesional competente.

Esta necesidad de renovación de conocimientos te puede ocasionar fatiga mental, mientras vas realizando ese indispensable y exigente posgrado o doctorado.

Con mucha frecuencia, las empresas medianas y grandes crean puestos de trabajo con una carga de trabajo excesiva, lo cual inevitablemente conlleva al desgaste mental y físico del empleado.

En esta situación, el empleado termina muchas veces renunciando a su puesto o teniendo algún accidente laboral.

Los conflictos personales y familiares también son causantes de la fatiga mental, ya que te roban concentración y energía mental, las cuales son imprescindibles para cumplir con las exigencias profesionales o académicas.

Prevención y soluciones

Tu energía mental deberás administrarla con mucho tino y estrategia. Para esto, será muy importante que planifiques y programes tus actividades, siendo más realista en tus posibilidades.

En este sentido, no puedes caer en la tentación de sobreestimar tus verdaderas capacidades, sabiendo intercalar las necesarias pausas y reposos en tu trabajo.

Un oportuno reposo es fundamental para recuperarte y evitar la fatiga mental, pero teniendo en cuenta el alcance real de tus talentos y virtudes.

Por otra parte, si estás en una posición gerencial, administrando recursos humanos, deberás estar atento a las exigencias y los alcances de las responsabilidades de tus empleados, en cada cargo respectivo.

De esta forma, podrás tomar decisiones importantes para evitar la fatiga mental del personal y la consecuente caída del rendimiento y aumento de accidentes laborales.

En muchas ocasiones, es oportuno tomarse unas buenas vacaciones para despejarse, distraerse y descansar la mente y el cuerpo. Tus vacaciones deberán ser un periodo de tiempo para recobrar todas tus energías mentales, para luego retomar tus responsabilidades con mayor entusiasmo.

Cuando tengas crisis familiares o personales, no deberás emprender nuevas responsabilidades laborales o académicas, sin antes haberlas resuelto. Estos problemas no te permitirán una adecuada concentración y tu mente se agotará muy pronto, frustrándote en el ámbito laboral y académico.
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