Científica analizando muestras en laboratorio con equipo de protección personal.

Apixabán en el centro de la polémica: ¿Cómo afecta a la sanidad pública?

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Si te interesa la innovación farmacéutica, seguramente habrás oído hablar de Apixabán. Este medicamento, usado como anticoagulante para prevenir la formación de coágulos sanguíneos, ha estado recientemente en el centro de una gran controversia en España.

¿Por qué? Porque la Audiencia Provincial de Barcelona ha decidido prohibir la venta del genérico de Apixabán, producido por Teva Pharma. Esta decisión ha tenido un impacto considerable en el sistema de salud pública y en los bolsillos de muchos pacientes.

¿Por qué se ha prohibido el genérico de Apixabán en España?

La disputa sobre Apixabán comenzó cuando Teva Pharma lanzó su versión genérica del medicamento, que era significativamente más económica que la versión original de Bristol Myers Squibb (BMS), conocida como Eliquis.

Esta versión genérica fue un alivio para muchos, ya que permitía un ahorro importante para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, la batalla legal no se hizo esperar. Aunque Teva había recibido autorización previa para comercializar su genérico, la Audiencia Provincial de Barcelona revocó esta decisión, devolviendo la exclusividad de la patente a BMS.

El motivo principal detrás de la prohibición es la protección de la patente de BMS, que según la Audiencia aún es válida hasta 2026. Esta resolución no solo restaura el monopolio de BMS sobre el mercado, sino que también implica que el SNS ya no puede beneficiarse del ahorro generado por el genérico de Apixabán.

Impacto económico de la retirada del genérico de Apixabán

La prohibición del genérico de Apixabán tiene un gran impacto económico para la sanidad pública. Antes de la retirada, el genérico de Teva permitía un ahorro de 380.000 euros diarios al SNS, lo que suponía 138 millones de euros anuales. Ahora, con la exclusividad de Eliquis, este ahorro desaparece y la administración deberá asumir ese coste adicional.

Esto no es solo un golpe para el presupuesto sanitario, sino que también afecta a las comunidades autónomas, que deben gestionar este gasto extra en sus respectivos presupuestos. Aunque los pacientes que reciben Apixabán a través del SNS no verán un aumento directo en sus aportaciones en farmacia (que seguirán siendo de 4,27 euros por caja), el impacto global sobre el gasto sanitario es innegable.

Efectos en los pacientes: ¿Habrá cambios en el acceso y el coste?

Aunque los pacientes del sistema público no verán un cambio en su aportación personal, la retirada del genérico puede tener otras implicaciones. En el caso de los pacientes que adquieren Apixabán de forma privada, la situación es diferente.

Se estima que unas 45.000 personas que compran el fármaco por su cuenta verán un incremento de más de 400 euros anuales en su gasto en medicación. Esto puede suponer una barrera económica para muchos, afectando potencialmente el acceso al tratamiento.

Es importante destacar que Apixabán es uno de los anticoagulantes más utilizados en España, indicado para prevenir tromboembolismos, ictus y otras afecciones cardiovasculares. Por lo tanto, cualquier cambio en su disponibilidad o coste puede tener un impacto significativo en la salud pública.

La retirada del genérico de Apixabán en España plantea preguntas importantes sobre el futuro de la innovación y el acceso a los medicamentos en el mercado farmacéutico. ¿Deberían las patentes tener tanta influencia sobre el acceso a fármacos esenciales? ¿Qué más podría hacer la sanidad pública para mitigar estos costes? Este es un debate abierto que seguirá siendo relevante en los próximos años.

 

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