La clave en la diabetes sigue estando en la prevención.

Los tipos de diabetes, ¿qué diferencia hay entre diabetes tipo 1 y tipo 2?

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El Día Mundial de la Diabetes, celebrado anualmente el 14 de noviembre, tiene como objetivo crear conciencia global sobre una enfermedad que afecta cada vez a más personas en el mundo. Esta conmemoración comenzó en 1991, impulsada por la Fundación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La elección de esta fecha rinde homenaje al nacimiento de Frederick Banting, el médico e investigador que, junto a Charles Best, desarrolló la idea que condujo al descubrimiento de la insulina en 1921.

El preocupante aumento de la diabetes en cifras

A pesar de las campañas de concienciación, los datos sobre la diabetes son alarmantes. Según la Federación Internacional de Diabetes, en 1980 había 108 millones de adultos con esta enfermedad; para el 2000, esa cifra alcanzó los 151 millones, y en 2021 ya sumaban 537 millones. La OMS, por su parte, informa que en 2019, la diabetes y las complicaciones relacionadas, como la nefropatía diabética, causaron más de 2 millones de muertes. Además, advierte que la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputaciones de miembros inferiores.

Tipos de diabetes

La diabetes, en general, se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre, pero existen distintos tipos según su causa. La doctora María José Picón, especialista del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, en Málaga, y vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED), explica que esta enfermedad siempre implica un problema relacionado con la insulina, la hormona encargada de regular el azúcar en la sangre.

Los tipos más comunes son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2, aunque también existen otras variantes menos frecuentes pero igualmente relevantes. Según la doctora Picón, la diabetes tipo 1 se produce por la incapacidad del organismo para generar insulina, lo que obliga al paciente a depender de tratamientos insulínicos de por vida. A pesar de los avances, las causas exactas de este tipo de diabetes aún no están completamente identificadas.

Por otro lado, la diabetes tipo 2 está vinculada a la resistencia a la insulina. En este caso, el cuerpo produce insulina, pero no es utilizada de manera eficaz. Aunque algunos pacientes necesitan insulina como parte de su tratamiento, la mayoría pueden controlar esta enfermedad con fármacos orales o inyectables. Este tipo de diabetes está fuertemente asociado a la obesidad y factores genéticos.

Las personas con antecedentes familiares de diabetes, obesidad o las mujeres que han sufrido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, la doctora Picón destaca que estos riesgos pueden reducirse mediante un cambio de hábitos. Una dieta equilibrada y la actividad física regular son esenciales para prevenir la diabetes tipo 2. En este contexto, la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, fibra y frutos secos, ha demostrado ser particularmente eficaz para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge confirma que seguir la dieta mediterránea disminuye significativamente la probabilidad de padecer diabetes tipo 2. Este estudio se basó en biomarcadores detectados en análisis de sangre, eliminando la subjetividad de investigaciones previas. No obstante, la doctora lamenta que muchas personas que viven en zonas mediterráneas no siguen este patrón alimenticio y recomienda evitar alimentos ultraprocesados, grasas y productos con alto contenido calórico.

Investigaciones como la realizada por la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, revelan que los malos hábitos alimenticios son responsables de millones de casos de diabetes tipo 2. Este estudio, que analizó datos de 2018, señala que la falta de cereales integrales y el exceso de arroz y trigo refinados, junto con el consumo de carne procesada, son factores determinantes en el desarrollo de la enfermedad.

Una vez diagnosticada la diabetes, es crucial combinar una dieta adecuada con ejercicio físico, buenos hábitos de sueño y el tratamiento farmacológico necesario. La doctora Picón enfatiza que, aunque los medicamentos son fundamentales, su eficacia disminuye si no se acompaña de un estilo de vida saludable.

Gracias a los avances médicos, las personas con diabetes tipo 1 han experimentado mejoras significativas en su calidad de vida. Tecnologías como los monitores continuos de glucosa y las bombas de insulina han reducido problemas como la angustia y el miedo a las hipoglucemias. En cuanto a la diabetes tipo 2, existen medicamentos innovadores que no solo controlan la glucosa, sino que también ayudan a los pacientes a perder peso, algo que era impensable hace unos años.

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