Essure, el anticonceptivo que provocó miles de secuelas
Entre 2002 y 2017, un millón de mujeres a nivel mundial y aproximadamente 80,000 en España utilizaron el método anticonceptivo Essure. En ese momento, se presentaba como una opción no quirúrgica frente a otros métodos permanentes como la ligadura de trompas. Sin embargo, con el tiempo comenzaron a surgir informes sobre graves efectos secundarios que afectaron a muchas usuarias, lo que llevó a su retirada del mercado.
El programa Salvados de LaSexta, emitido este pasado domingo, dio voz a mujeres que han sufrido estas secuelas. Un grupo de 47 de ellas ha presentado varias demandas contra el fabricante, y aún están a la espera de una resolución final por parte del Tribunal Supremo.
¿Qué es el Essure y cuáles son sus efectos secundarios?
La Asociación Española de Afectadas por Essure define el dispositivo como un método anticonceptivo de barrera, diseñado para impedir que el óvulo y el espermatozoide se encuentren y se produzca la concepción. Consiste en un pequeño resorte de titanio que se inserta en las trompas de Falopio para obstruirlas mediante un procedimiento histeroscópico sin incisiones.
La obstrucción ocurre porque el dispositivo provoca el crecimiento de tejido en la zona de colocación (fibrosis), lo que hace que en la mayoría de los casos sea irreversible. Si se desea retirar, se requiere una cirugía bajo anestesia general, con el riesgo de perder las trompas o incluso el útero.
Según la misma fuente, los principales efectos adversos relacionados con el uso del Essure incluyen calambres, sangrados y náuseas durante y después del procedimiento; alteraciones en el ciclo menstrual, sangrados abundantes, reacciones alérgicas a los materiales del implante; perforación del útero, migración del dispositivo; y problemas endocrinos que pueden causar aumento de peso, irregularidades menstruales o migrañas, además de dolores de espalda, piernas y digestivos, así como molestias durante las relaciones sexuales.
La lucha de las mujeres afectadas
El dispositivo, creado por la empresa californiana Conceptus Inc, recibió aprobación para su venta en Estados Unidos en 2002 y en Europa en 2003 por parte de Bayer. Originalmente, se promocionó como una opción segura y poco invasiva frente a la ligadura de trompas.
Sin embargo, cuando las primeras mujeres en España comenzaron a reportar síntomas tras la implantación del método, muchos médicos no lograron vincular los síntomas con el Essure, debido a que la documentación proporcionada por el fabricante no lo reflejaba adecuadamente, como determinó en 2021 la sentencia 263/2021 del Juzgado de Primera Instancia Nº2 de Orihuela. Con el aumento en el número de mujeres que afirmaban sufrir problemas de salud relacionados con el dispositivo, un grupo de afectadas fundó en 2015 la Plataforma Asociada Libres de Essure y la Asociación de Afectadas por Essure, que en su momento reunió casi a 1,500 socias.
A lo largo de los años, estas organizaciones llevaron a cabo protestas y presentaron múltiples demandas civiles, penales y de conciliación contra Bayer, el Ministerio de Sanidad, la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Esto llevó a la AEMPS a ordenar en 2017 a Bayer España que cesara la comercialización y retirara del mercado el implante Essure. Debido a las controversias en Europa y Estados Unidos, Bayer decidió detener la venta del producto de manera definitiva a finales de 2018.
Ese mismo año, la AEMPS, la SEGO, la Plataforma Asociada Libres de Essure y el Ministerio de Sanidad presentaron una Guía de Actuación para pacientes portadoras del dispositivo Essure, corrigiendo así una de las deficiencias del fabricante: la falta de información sobre qué hacer en caso de necesitar una extracción o enfrentar complicaciones serias. Este documento es de cumplimiento obligatorio en todos los centros de salud y hospitales en España.
En 2021, el Juzgado de Primera Instancia Nº2 de Orihuela emitió la sentencia ya mencionada, declarando el producto defectuoso y dando la razón a las demandantes. En la actualidad, el caso está en manos del Tribunal Supremo, que debería emitir una decisión final.