Detectar signos de demencia o Alzheimer con esta sencilla prueba
España lidera la esperanza de vida en la Unión Europea, alcanzando los 84 años de promedio. Este dato positivo genera, sin embargo, una inquietud natural: ¿en qué condiciones de salud se llega a esta edad avanzada? La preocupación sobre la calidad de vida y la salud mental en las etapas finales de la vida es una cuestión importante para muchas personas, ya que uno de los temores más comunes es el riesgo de desarrollar algún tipo de demencia. Con el objetivo de promover la detección temprana, la Universidad Estatal de Ohio ha diseñado un autotest orientado a identificar síntomas tempranos de deterioro cognitivo, posibilitando así una intervención preventiva.
Comprender las diferencias entre los cambios cognitivos normales en el envejecimiento y los síntomas propios de la demencia es fundamental para evitar alarmarse de forma innecesaria. Aunque es común experimentar un ligero deterioro cognitivo con el paso de los años, los síntomas de demencia tienen una magnitud mayor y afectan áreas esenciales como la memoria, el pensamiento y las habilidades para desenvolverse en la vida diaria. Uno de los primeros indicios que suelen generar preocupación es la pérdida de memoria, pero este síntoma puede responder a diversas causas, no siempre relacionadas con la demencia. Es importante, entonces, distinguir los signos normales del envejecimiento de aquellos que podrían representar una alteración cognitiva seria.
Según datos de la Fundación Pasqual Maragall, en España se estima que más de 900,000 personas viven actualmente con algún tipo de demencia. De estas, aproximadamente entre el 60 y el 70 % de los casos corresponden a la enfermedad de Alzheimer. A nivel global, la cifra es alarmante: la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más de 55 millones de personas padecen demencia, con diez millones de nuevos diagnósticos cada año. Estas cifras reflejan una realidad que ha impulsado a la comunidad científica a concentrar mayores esfuerzos en la investigación y la detección temprana de esta enfermedad.
Los especialistas señalan que la detección precoz es crucial para abordar de manera efectiva la demencia. Entre los signos que suelen preceder la aparición de los síntomas más evidentes de la enfermedad se encuentran cambios de comportamiento, alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad repentina, retraimiento social o impulsividad. La identificación de estos indicadores puede facilitar un diagnóstico temprano y abrir la puerta a estrategias de tratamiento y de apoyo más adecuadas para los afectados y sus familias.
Como respuesta a esta necesidad de detectar la demencia en sus etapas iniciales, investigadores de la Universidad Estatal de Ohio han desarrollado el Self-Administered Gerocognitive Exam, conocido por sus siglas en inglés, SAGE. Este examen de autoevaluación está diseñado para evaluar el funcionamiento cognitivo en personas mayores y detectar señales de advertencia tempranas relacionadas con el deterioro mental y emocional. Además, a diferencia de otros exámenes, el SAGE también abarca aspectos psicológicos como la depresión, que a menudo pasa desapercibida en los diagnósticos iniciales, pero puede influir significativamente en el proceso cognitivo.
El test SAGE consiste en una serie de preguntas y actividades destinadas a evaluar capacidades mentales, emocionales y físicas que pueden reflejar problemas en la memoria y el pensamiento. Su diseño permite que cualquier persona interesada pueda acceder a él de forma gratuita, y se encuentra disponible en 12 idiomas, incluido el español, lo que facilita su uso por una población amplia y diversa. La estructura del examen incluye cuatro variantes, que los expertos recomiendan realizar de forma progresiva. Cada versión tiene una duración aproximada de 15 minutos, lo que permite que sea accesible y no resulte agotador para quienes lo realicen.
En este contexto de envejecimiento de la población, herramientas como el SAGE representan un avance importante para hacer frente a las enfermedades cognitivas, brindando la posibilidad de una intervención temprana que permita a las personas tomar medidas antes de que el deterioro avance significativamente. A su vez, este tipo de pruebas pueden ayudar a reducir el impacto emocional y social que genera la demencia, tanto en quienes la padecen como en sus familias, al permitir que se planifique el cuidado y el apoyo con anticipación.
Para muchas personas en España y el mundo, el acceso a un test de autodiagnóstico como el SAGE puede significar la diferencia entre detectar a tiempo síntomas iniciales y obtener ayuda, o llegar a etapas más avanzadas sin haber tenido la oportunidad de recibir un diagnóstico temprano. La detección precoz, además de ser una herramienta de apoyo para los pacientes, puede proporcionar a los científicos y a la comunidad médica información valiosa que contribuya a seguir avanzando en la prevención y el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.