Ozempic, los efectos secundarios del medicamento para adelgazar
En el último año, Ozempic, un medicamento creado por la farmacéutica danesa Novo Nordisk en 2012, ha acaparado la atención mundial. Este fármaco, cuyo ingrediente activo es la semaglutida, ha demostrado ser efectivo en la lucha contra la obesidad, a pesar de que inicialmente fue diseñado para tratar la diabetes tipo 2.
La semaglutida estimula al páncreas para que libere insulina, una hormona esencial para disminuir los niveles de glucosa en sangre. Además, promueve el crecimiento de las células beta del páncreas, responsables de la producción y liberación de insulina. También actúa inhibiendo la producción de glucagón, una hormona que favorece la liberación de carbohidratos almacenados en el hígado y la creación de nueva glucosa, lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre. Por último, Ozempic reduce el apetito y ralentiza la digestión, lo que contribuye a la pérdida de grasa corporal.
Además, se ha demostrado que la semaglutida disminuye el riesgo de problemas cardiovasculares graves, un hallazgo celebrado por los especialistas como un avance significativo en el tratamiento de la obesidad.
En términos de eficacia, los resultados de los ensayos clínicos de Ozempic son alentadores. Por ejemplo, en un estudio de fase III, los adultos tratados con semaglutida lograron una reducción promedio del 14.9% en su peso corporal en 68 semanas, en comparación con el 2.4% en el grupo placebo, lo que implica una diferencia de tratamiento de aproximadamente 12.4%.
No obstante, Ozempic no es el único fármaco prometedor en este ámbito. Tirzepatide es otro medicamento que, en ensayos clínicos, ha demostrado una notable capacidad para reducir el peso, en algunos casos alcanzando hasta un 21% de pérdida de peso en los participantes.
Existen otros medicamentos que tienen mecanismos de acción similares a los de Ozempic y que también se utilizan para tratar la diabetes tipo 2 y manejar el peso:
Wegovy (semaglutida): Una versión de mayor dosis de Ozempic, aprobada para la pérdida de peso en adultos y adolescentes de 12 años o más.
Mounjaro (tirzepatide): Otra opción inyectable para la diabetes tipo 2.
Metformina: Un medicamento oral que también se utiliza para la diabetes tipo 2, aunque su mecanismo de acción es diferente.
Trulicity (dulaglutida): Al igual que Ozempic, este es un agonista del receptor de péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) para tratar la diabetes tipo 2.
Rybelsus (semaglutida): Una forma oral de semaglutida, utilizada para controlar el azúcar en sangre en adultos con diabetes tipo 2.
Victoza (liraglutida): Otro agonista del receptor de GLP-1, similar a Ozempic, utilizado para la diabetes tipo 2.
A pesar de que los medicamentos que imitan el ejercicio para facilitar la pérdida de peso aún están en desarrollo, Ozempic se ha establecido como una opción efectiva contra la obesidad. Sin embargo, su uso ha suscitado controversias, ya que no está específicamente indicado para este propósito y puede tener efectos secundarios no deseados. Se ha prestado especial atención a los problemas gastrointestinales y la pérdida de masa muscular asociados a estos fármacos, lo que ha alimentado el debate sobre sus beneficios y riesgos.
La creciente popularidad de Ozempic ha generado situaciones inesperadas. Un informe de Axios indica que analistas de Morgan Stanley prevén que, en la próxima década, el 7% de la población estadounidense podría estar utilizando medicamentos para la obesidad.
En Estados Unidos, donde Ozempic está disponible en farmacias y supermercados como Walmart, se han observado cambios en los hábitos de compra de quienes adquieren semaglutida. Una investigación reveló que estos consumidores tienden a reducir tanto la cantidad de calorías como el número total de productos que compran en el supermercado.
Es posible que este fenómeno también ocurra en otros supermercados y restaurantes de comida rápida, dado que quienes utilizan este medicamento probablemente consumirán menos alimentos calóricos. Aunque es temprano para evaluar los efectos reales en el consumo, la industria, incluyendo Walmart, está monitoreando cualquier cambio en los hábitos de compra.